"Reinaba un silencio irreal para la cantidad de gente que había. Todos los presentes medían sus palabras, sus gestos y hasta sus suspiros."
Así comienza el último libro que me he leído, "El primer café de la mañana" de Diego Galdino.
"Massimo tiene poco más de treinta años y es el dueño de una pequeña cafetería en el Trastevere, en el corazón de Roma.
Cada día, al salir el sol, cruza las calles todavía dormidas de la ciudad y abre su bar. Sus clientes, las nuevas recetas de café que siempre anda probando; esta es su vida y no necesita más, se dice a sí mismo.
Sin embargo, el día en que una turista con aire de andar perdida, ojos verdes y pecas en las mejillas entra en su bar, la vida de Massimo se altera para siempre. Pero ¿cómo se acercará a ella? Es esquiva y distante, no hablan la misma lengua y, para colmo de males ella solo bebe té."